Panza llena, corazón contento y cerebro afilado
“Alimentar el espíritu”, “devorar un libro”, “hambre de conocimiento”. Éstas y otras metáforas que utilizamos como expresiones comunes, involucran dos mundos que curiosamente, siempre han estado ligados: el de la comida y el de los intelectuales. El intelectual, término ahora desvirtuado y con un uso extendido que generalmente refiere a una persona culta, designa básicamente a aquellas personas que hacen el uso de su inteligencia para desempeñar cualquier actividad profesiona